28 octubre 2013

“Ella me daba la mano y no hacía falta más. Me alcanzaba para sentir que era bien acogido. Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor.” 
¡Quisiera vivir envuelta en sus brazos, y hacerlo feliz!