28 septiembre 2011

Te vestiste y te acompañé a tomar el ciento cuarenta y tres. Me miraste y yo te miré, me abrazaste y yo te besé, y te fuiste. Yo me fuí caminando por ahí.
La ciudad se duerme y yo me desespero. Sí, no tiene sentido cuando vos no estás, vuelve a casa.
Yo te quiero a mi lado otra vez y no sólo una hora o tres, ya no sé como hacerte entender que te quiero mucho más que ayer, y no te quiero sólo para estar una noche y nada más.
¿Por qué cada vez que yo te necesito da la casualidad que vos nunca estás?

Vuelve a casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario