04 abril 2011



Te extraño cuando llega la noche pero te odio de día. Después me subo a tu coche y dejo pasar la vida. Debería dejarte, irme lejos, no volver. Pero es inútil negarlo, tu me estás atrapando otra vez, contigo sólo puedo perder. Y aunque alguien me advirtió, nunca dije que no y ahora tengo que esconder las heridas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario