no cuesta aceptarlas, me cuesta saber perdonar. Y vuelvo a despertar,
cansada de estar tan cansada de ser, me digo: “No hay mitad que sea tan mala
como la que tenés”. Y olvido que traigo conmigo canciones y amigos, tu alma es
ahora mi estrella, el dolor ya no hace mal.
quiero amanecer, que mañana no soy si no tuve tu ayer...
No hay comentarios:
Publicar un comentario